miércoles, 16 de enero de 2013

Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.






         Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.

  Hace unas semanas que mi pequeña colección de películas se ha visto aumentada por una nueva adquisición. Se trata de la edición en Bluray de la cuatrilogía del ya mítico aventurero más famoso de todos los tiempos, Indiana Jones.

   Indiana Jones es un personaje por todos conocido, salido de la portentosa imaginación de George Lucas en 1973. Este aventurero arqueólogo, interpretado por Harrison Ford, ha sido protagonista de cuatro entregas dirigidas por Steven Spielberg entre 1981 y 2008.

  Su inconfundible vestimenta, sus azarosas campañas arqueológicas, su peculiar sentido del humor y sus siempre hermosas acompañantes femeninas han hecho de este personaje ficticio uno de los más populares y queridos entre el público joven y adulto.

   He disfrutado enormemente volviendo a ver cada una de sus tres primeras aventuras, recordemos: "Indiana Jones en busca del arca perdida"(1981); "Indiana Jones y el templo maldito" (1984); "Indiana Jones y la última cruzada" (1989). Sin embargo, esta última ,a pesar de la larga y entusiasta espera, me ha dejado un extraño sabor de boca.




  En 1957 el Area 51 de Nevada, ( base militar siempre rodeada de misterio y ligada a los fenómenos extraterrestres) un Indiana Jones al que encontramos secuestrado (no sabemos ni cómo ni por qué), es instigado por la coronel soviética Irina Spalco ( Cate Blanchett) a encontrar en uno de los hangares el cuerpo del "extraterrestre de Roswell". Una vez les ha entregado el cuerpo huye. Eso si, huye poniendo en práctica una artimaña que no habíamos visto en ninguna de las anteriores secuelas; y es que Indi en esta ocasión sale despedido por el estallido de una explosión nuclear encerrado en un frigorífico. No os digo más, pero creo que con esto podréis ir haciéndoos una idea de por dónde va la película.

   Un vez en la universidad en la que continúa impartiendo clases y a la que regresa tras su huida, allí le espera el joven Mutt (Shia LaBeouf), quien le pide ayuda para encontrar a un antiguo colega de ambos que ha desaparecido en Nazca mientras buscaba un cráneo de cristal.

  Así ponen rumbo a Perú donde comienzan la búsqueda de Oxley (John Hurt). Siguiendo sus pasos Indiana y Mutt encuentran el famoso cráneo, pero su buena fortuna será efímera ya que a su vez son encontrados por agentes soviéticos quienes les arrebatan el cráneo (ya que aseguran posee poderes extraterrestres que les son necesarios para ganar la guerra fría) y que les conducen a un campamento donde se reencontrarán con Oxley pero también con Marion Ravenwood (Karen Allen), antigua amante del doctor Jones junto a la que protagonizaba la búsqueda del "Arca perdida".



  El periplo con el que continúa la película es digno de ver. Acción, acción y más y más acción corre a raudales por la pantalla. Eso si, acción "made in Spielberg",o lo que es lo mismo, imágenes virtuosamente rodadas y con un montaje magistral que hace que sus 125 minutos de metraje pasen volando. Además con el fin de fidelizar el espíritu de sus predecesoras se limitaron los efectos generados digitalmente.
   Lástima que la historia no acompañe tan vistosa puesta en escena (que aunque un tanto exagerada funciona perfectamente) ya que a los numerosos anacronismos se suman un guión falto de claridad, lo que se traduce en un desarrollo un tanto forzado. Y es que por momentos una no sabe si está viendo "Tarzán",  "Expediente X" o "Cuando ruge la marabunta".



   Harrison Ford , aunque un tanto "talludito" tras 19 años sin azotar el látigo, emociona al público reencarnando al aventurero y una mala malísima Cate Blanchett llena la pantalla con otra interpretación brillante, aportando junto con Ford el poco verismo interpretativo que el film posee. 
  Con el fin de entroncar con la primera entrega de la saga, vemos a Indiana  pulular por el hangar en el que se depositaba el Arca de la Alianza (que aparece de refilón en una escena) y además se incorpora de nuevo al elenco Karen Allen. Una decisión, imagino, fundamentada en finalizar la saga dejando al personaje, digamos, aposentado. Sin embargo, ya Allen no convencía años atrás ni con su hermosa cara de muñeca pecosa y desde luego que unos cuantos kilos, años y arrugas de más, no ayudan  en absoluto a que su personaje y su historia de amor caduca resulten creíbles.

  Curioso es por otra parte el personaje de Mutt, una suerte de extraño homenaje al Marlon Brando de "Rebelde".
   Otros personajes como el profesor Mac (Ray Winstone) oscilan durante todo el film entre la traición y lealtad a su amigo, llegando a cansar y a confundir con tanto vaivén y sin que el personaje realmente aporte un peso significativo dentro de la trama.
   En definitiva, la cinta carece de una relación significativa entre los protagonistas y hace que siendo estos numerosos, adolezca de personalidad propia. 
  Además, ese humor al que estábamos acostumbrados queda supeditado a lo puramente anecdótico, haciendo perder fuerza y gancho al personaje.







   John Williams toma las riendas de la banda sonora nuevamente para dar vida al personaje. Colaborando con Spielberg y Lucas una vez más recurre a ese leitmotiv tan característico y por todos conocido que evoca al héroe. 

   Personalmente eché en falta entre tanto colorín , la sencillez de las películas anteriores donde primaba la simple aventura, el humor o la inocencia de un personaje en mi opinión denostado por completo en esta entrega. Como ya comentaba más arriba, a la necesidad de darle un final a la saga, se suma el de darle una historia en la que se desarrolle ese final. El resultado es que ninguna de las dos premisas son medianamente creíbles ni conseguidas, resultando una película pesada, artificiosa y en definitiva que desvirtúa un poco el espíritu que Indiana Jones tenía en nuestros más jóvenes recuerdos.


                                                                                   Carlota García Fernández.

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